Quien era el P. Ignacio
El fundador del Grupo que lleva su nombre.
Así relataba una publicación aparecida hace unos años. Copiamos textualmente.
ATENDER LATINOAMERICANOS Y FILIPINOS
El padre Ignacio Escanciano pertenece a la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Tiene 83 años y, desde hace quince, vive en la madrileña parroquia de la Virgen Peregrina. Lleva un gran crucifijo en el pecho. Cuando llegó a la parroquia, decidió visitar todas las casas de los fieles. Comprobó que, en la mayor parte de las familias, el servicio lo llevaban mujeres inmigrantes; y decidió organizar unas reuniones pastorales para ellas. En la primera reunión les dije que cualquier iglesia es su casa. La mayoría eran dominicanas y filipinas, y a muchas no les daban tiempo ni para asistir a Misa. Convencí a las familias para que las dejaran asistir a estas reuniones. En aquella época bauticé a cinco personas dominicanas y, tiempo después, a una peruana .
De hecho, el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes está preparando actualmente una Instrucción que, en palabras del Papa, afrontará las nuevas necesidades espirituales y pastorales de estas personas, y presentará el fenómeno de la emigración como un modo de favorecer el diálogo, la paz y el anuncio del Evangelio .
En la actualidad, el padre Ignacio sigue encargándose de las reuniones con emigrantes. Acuden entre cincuenta y cien personas, la mayoría ecuatorianos. Asisten hombres y mujeres; algunos tienen títulos universitarios, aunque no todos obtienen la homologación de sus estudios en España. Los ecuatorianos han bautizado estas reuniones bajo el nombre de Círculo cultural-religioso padre Ignacio . Les leo el Evangelio -explica- y se lo comento; cantan canciones y celebro una Misa para ellos. Llevo dos años sin irme de vacaciones, entre otras cosas para poder atender a los inmigrantes que vienen todos los días a la parroquia. Aquí encuentran un sitio para reunirse con sus compatriotas, un lugar donde se les acoge humana y espiritualmente».
Varios de los actuales parcipantes en las reuniones de Inmigrantes, recuerdan con cariño a este buen hombre, religioso ejemplar, entregado a la labor de apostolado entre los inmigrantes. gracias al P. Ignacio hoy soy una persona completamente integrada en este país, relata una inmigrante. Su buen hacer, su sentido del humor, y sobre todo su entrega y generosidad ha dejado honda huella en muchos de los que llegaron con lo puesto y gracias al Padrecito nos hemos situado; somos profesionales, conseguimos salir adelante .
Muchas son las anecdotas vividas por quienes le conocieron. Además su obra permanece gracias a la intercesión que el ejerce desde el lugar que Dios reserva a sus administradores .
Estaba siempre disponible para quienes le necesitaban, atendía a las horas más intempestivas, nunca tuvo tiempo para el. Su preferencia fueron los más pobres, los más necesitados realizando siempre una acogida cordial y campechana a cuantos acuideron solicitanto una ayuda, un consejo, en definitiva, el cariño de un padre.
La parroquia de la Virgen Peregrina y otras muchas tienen bolsas de trabajo para personas necesitadas. Sólo en los distritos madrileños de Salamanca y Chamberí hay quince parroquias con bolsas de trabajo gratuitas, de las que se benefician muchos inmigrantes. Hay agencias de empleo –comenta el padre Ignacio- que sacan el dinero a estas personas y luego no les dan trabajo. Las parroquias, en cambio, conseguimos empleo para ellos gratis . En la parroquia Virgen Peregrina también han organizado un cursillo, impartido por médicos de La Paz, sobre el cuidado de personas de la tercera edad. De este modo, algunos se preparan para encontrar empleo. Yo dedico una parte de mi tiempo a trabajar en lo social -concluye el padre Ignacio- pero ante todo soy sacerdote . Y a decir verdad así fue. Era un padre, un misionero que aprendio y se curtió en la visita a los hogares. Solía decir que cada persona es un mundo. Necesitamos acercarnos al otro, para ayudarles a salir de su problema y encaminarles a colaborar en la construccion de un mundo más justo.
Llegó a la parroquia después de haber realizado su misión primero en Cuenca en las misiones populares, Párroco posteriormente de Jaén, de Oviedo y al llegar a Diego de León, a la Virgen Peregrina se complicó la vida visitando hogares. Entró en contacto con los inmigrantes que pueblan la parroquia , sirvientes, como decía el. Se fue ganando su aprecio y su confianza y trabajo denodadamente para hacer mas agradable la vida de los sencillos, los humildes, los necesitados.
Compaginaba su atención esmerada a los inmigrantes con una labor de visitador de hogares, de dispensador de los medios espirituales como capellan del Sanatorio Virgen del Rosario, los enfermos de la parroquia etc, con muchas horas de confesionario, y distribuyendo mas de treinta confesiones semanalmente tanto en la parroquia como fuera de ella.
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